Aunque
en los manuales de clasificación diagnóstica de los trastornos mentales
vigentes en el momento actual (DSMIV-TR y CIE-10) se introduce el diagnóstico
de SA como una etiqueta específica e independiente dentro de los Trastornos
Generalizados del desarrollo, en la actualidad se mantienen discusiones
teóricas que intentan determinar si el SA debe considerarse o no como un
trastorno diferente del Trastorno Autista.
Algunos
de los criterios de diagnóstico del SA siguen siendo hoy objeto de discusión
entre los profesionales del campo de la psicología, la psiquiatría y la
pedagogía. Así se observa en las distintas definiciones que ofrecen los
sistemas estandarizados de diagnóstico que se manejan en la actualidad. No
existe ningún marcador biológico que nos permita detectar los cuadros de SA y,
por ello, su diagnóstico continúa siendo clínico, basado en los comportamientos
observados, en la historia de desarrollo y en el perfil psicológico del sujeto.
En
la práctica existen discrepancias en algunos de los criterios diagnósticos que
deben cumplirse para emitir un juicio clínico de SA. En el manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría
en su revisión del año 2000, DSM-IV-TR, los criterios de diagnóstico que se
establecen, son los siguientes:
A.
Alteración cualitativa de la relación social, manifestada al menos por dos de
las siguientes características:
Ø »Importante
alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales, como el contacto
ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la
interacción social.
Ø »Incapacidad
para desarrollar relaciones con compañeros apropiadas al nivel de
desarrollo del sujeto.
Ø »Ausencia
de la tendencia espontánea a compartir disfrutes, intereses y objetivos con
otras personas (por Ej., no mostrar, traer o enseñar a otros objetos de su
interés).
Ø »Ausencia
de reciprocidad social y emocional.
B. Patrones de comportamiento, intereses y actividad restrictivos, repetitivos
y estereotipados, manifestados al menos por una de las
siguientes características:
Ø »Preocupación
absorbente por uno o más patrones de interés estereotipados y restrictivos que
son anormales, sea por su intensidad o por su objetivo.
Ø »Adhesión
aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales.
Ø »Manierismos
motores estereotipados y repetitivos (por Ej., sacudir o girar manos o dedos, o
movimientos complejos de todo el cuerpo).
Ø »Preocupación
persistente por partes de objetos.
C. El trastorno causa un deterioro claramente significativo de la actividad
social, laboral y otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. No hay retraso general del lenguaje clínicamente significativo(por
ejemplo, a los dos años usa palabras sencillas, a los tres frases
comunicativas).
E.
No hay retraso clínicamente significativo del desarrollo cognitivo ni del
desarrollo de habilidades de autoayuda propias de la edad, comportamiento
adaptativo (distinto de la interacción social) y curiosidad acerca del ambiente
durante la infancia.
F. No cumple los criterios de otro trastorno generalizado del desarrollo ni de
esquizofrenia.
Referencia bibliográfica:
Asociación Gallega de familias de personas afectadas por el Síndrome de Asperger [sede Web]. España: Asociación Asperga; 2008 [revisado 2010; acceso 18 de mayo de 2013]. Diagnostico [aproximadamente 2 pantallas]. Disponible en: http://www.asperga.org/paginas/sindrome.php
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